lunes, 12 de marzo de 2018

Votar o no votar, esa es la elección .


EL QUE PARTE Y REPARTE, LE TOCA LA MAYOR PARTE …. O NO LE TOCA NADA




Un principio elemental para vencer a los enemigos es dividir, dividir, infiltrar y destruir. Y parece que para la casta política que gobierna México los votantes somos el enemigo.

El sueño de democracia y de terminar con la hegemonía priista de mas de 60 años pareció alcanzarse en 1990 con la apertura a distintos partidos políticos, con ideologías opositoras y propuestas de país distintas; para que contendieran y buscaran gobernar con principios éticos claros y definidos, representando verdadera y honestamente los intereses de los mexicanos. Sin embargo, el sueño se rompió antes de despertar porque no se previó la perversión de quienes institucionalizaron la revolución y que se dedicaron a formar partidos políticos a diestra y siniestra para pulverizar el voto.

Partidos políticos que nacieron sin ninguna ideología, pero con dirigentes formados en el PRI que buscan mantener sus ingresos a costa de los votantes.

Hoy vamos a una nueva elección a presidente de la república, cargo que se disputan 9 partidos con registro federal aglutinados en torno a tres candidatos; partidos satélites que solo buscan mantener sus porcentajes para seguir viviendo del erario, sin propuestas, sin ideología, sin compromiso.

¿Por quien votar entonces?

El gobierno Federal en manos del PRI hace lujo de los controles que tiene sobre las instituciones para apoyar al candidato Meade: primero en su campaña interna se adueñó de los programas de SEDESOL para recordarnos que el PRI si sabe hacer las cosas para terminar con el hambre (primero la crearon y luego la usan para captar los votos) y ahora usa la PGR en contra del candidato Anaya para denunciar corrupción ¿Qué hacia entonces los funcionarios de Hacienda, Meade entre ellos, durante los años y meses anteriores al inicio de las campañas electorales? El Estado y el partido en el gobierno han cargado los dados en favor de su candidato, ahora es a los ciudadanos a los que nos toca elegir.

Dividir la elección entre 3 o 6 candidatos que no aseguran por si solos el control del Congreso, que también se renueva, deja en eterna espera el deseo de progreso de la totalidad de la población. Divide la votación entre 3 o 6 candidatos asegura que la casta gobernante siga acumulando riquezas a costa de la pobreza de la nación.

Divide y vencerás, es la máxima que aglutina a los que detentan el poder, que, a fin de cuentas, no han podido negar su origen: la revolución institucionalizada matizada de casi cualquier color da cobija para cubrir a quienes detentan el poder… y quienes se opongan a ello son encarcelados, desaparecidos o corrompidos.
La decisión esta en manos de los electores.

Josefina Sanchez Ponce.

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