miércoles, 6 de febrero de 2013

Justicia a la Mexicana ¡Carajo!


La justicia es justa aunque las victimas sufran.





No existe tiranía peor que la ejercida
 a la sombra de las leyes 
y con apariencias de justicia.”
Montesquieu


La justicia en Nuestra Patria ha pasado a ser una palabra más en el diccionario. Una palabra muerta y estéril en la vida.

Este 5 de febrero cumplió años  la Primera Constitución Social del mundo, Constitución donde el derecho al trabajo, a la educación y a la propiedad de la tierra  quedaron  estipulados por los diputados del Congreso Constituyente de 1917, 96 años que las leyes mexicanas son letra muerta.

La educación de calidad es solo para unos cuantos, los que pueden emigrar de la Patria o tienen la fortuna de vivir en zonas urbanas donde la escuela pública cuenta con la colaboración de los padres o para los que pueden pagar por tecnología educativa en el aula.

La propiedad de la tierra agrícola está supeditada a la propiedad privada del germoplasma del maíz o del frijol o a los costos que cobren intermediarios; y si es la propiedad de la vivienda, la vivienda de los obreros son apenas unos cuantos metros cuadrados donde se hacinan con sus familias.

El trabajo mal pagado obliga a la emigración. Desde campesinos hasta profesionistas que deben su educación a la riqueza generada por los trabajadores que los ven partir sin ninguna esperanza de que exista una ciencia o tecnología nacional que eleve la calidad de vida de la población entera.

La delincuencia de todo tipo señorea por el suelo patrio sin que el Estado de Derecho  sea ejercido por quienes tienen que hacerlo. Averiguaciones previas mal realizadas dejaron libre a una secuestradora porque su gobierno ejerció  su derecho de exigir justicia para ella y los mexicanos carecemos de un gobierno que pueda brindar justicia para esta tierra donde vivimos: desaparecid@s, asesinatos, tráfico de drogas y contrabando de todo lo que se pueda vender aunque ello hunda a la población en el caos. El dinero limpio o sucio es lo que importa.

¿Dónde quedo la justicia? ¿Dónde está el sueño de distribuir la riqueza de la Patria entre todos? ¿Dónde quedo el sueño que propuso que la única diferencia que debía existir entre un mexicano y otro era el MODO HONESTO de vivir?

La impotencia avanza con el año: secuestradoras liberadas, mujeres mexicanas violadas por las que nadie levanta la voz, a menos que el gobernante en turno salga en la foto publicitaria llorando implorando por una justicia que su ineptitud no puede garantizar a sus pueblos. Represores dirigiendo la Seguridad Interna: Murillo Karam que hace mofa en un lugar de trabajo que se convirtió en lugar donde encontraron la muerte 37 mexican@s.

La justicia divina está lejos de la civilidad, la justicia humana está en manos de la ciudadanía que sabe exigir el restablecimiento del Estado de Derecho. No podemos seguir callando, esperando que este año sea mejor con los brazos cruzados. Cada uno de nosotr@s tenemos la obligación de exigir justicia total y plena antes de que seamos víctimas de ella y nos victimicen las autoridades dejando impunes los delitos que están socavando nuestras esperanzas de una Patria que un día se sienta orgullosa de que sus hij@s han podido garantizar educación, trabajo y propiedad de la tierra para tod@s los que tuvimos la gloria de nacer en esta tierra mexicana.