miércoles, 25 de enero de 2017

En el centenario de la Constitución.

5 DE FEBRERO: ¡PUENTE VACACIONAL!



Muy lejos están los festejos del bicentenario de la independencia y el centenario de la revolución y a uno cuantos días en que nuestra Carta Magna cumpla 100 años y cientos de reformas para hacerla a modo de quienes gobiernan y muy lejos del pueblo que dio la vida soñando que este Contrato Social traería al fin la paz y el progreso que tanto había anhelado Morelos o Juárez.

Tan solo en Coahuila, cuna del tan alabado y socorrido movimiento constitucionalista de Carranza, la Casta Gobernante podría estar organizando encerronas para festejarse los “logros de la revolución”, no sea que, si se populariza la celebración, algún nefasto interprete del espíritu de las leyes se les ocurra decir que se ha convertido en letra muerta porque el pueblo solo es testigo y masa para vitorear y no para formar parte de ella.
Sería muy largo tratar de analizar lo que ha ocurrido a lo largo de estos cien años de la Constitución, por ello solo haré referencia a dos hechos que, en mi opinión, han hundido al país en la miseria:

Primero: para quienes soñaron que la repartición equitativa de la riqueza era la llave para erradicar la miseria humana, como lo plasmó Morelos en su ideario: “Que como la buena Ley es Superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el Jornal del pobre” se asombrarían de cómo  a cien años de la Constitución más avanzada del siglo XX ha promovido leyes que permiten la concentración de la riqueza del país en unas cuantas familias y los pobres de hoy son casi la mitad de la población. Familias enteras que viven con apenas un poco más de 175 dólares al mes.
El sueño de que si se va a la escuela y se estudia una carrera universitaria sería la llave para vivir bien, se evaporó al correr los años de la Revolución Institucionalizada. Hoy quienes tiene acceso a la riqueza no es quien estudia y se esfuerza, sino quien es hijo de “alguien”, si es delincuente o dirigente de algún partido político o funcionario electo o designado.

Segundo: El legado de Madero “El apóstol de la democracia” (!) quedó, como él, asesinado antes de que los ciudadanos aprendieran a vivir en democracia.
El derecho al voto se ganó con la vida de miles de hombres y mujeres en el campo de batalla y en las discusiones; en las manifestaciones del ’68 y con la represión del ’72; ante lo cual, el PRI se vio obligado a abrirse a la oposición legal y después de casi 50 años, de asesinatos y desaparecidos políticos la casta gobernante nacida del Revolucionario Institucional sigue concentrando el poder político, sino ¿cómo nos explicamos que leyes, normas, decretos y códigos se aprueban por UNANIMIDAD? ¿Para qué entonces, se forman partidos políticos con supuestos principios contrarios entre sí, si cuando se legislan todos son la misma mafia que conspira de espaldas al pueblo?
Es decir, para la foto y la prensa extranjera existe una representación formal pero no real a la hora de legislar. Y eso se nota hasta en las acciones de gobierno, los reyezuelos municipales toman decisiones que después notifican a los cabildos, como la compra a priori de gasolina en este municipio de Piedras Negras para “ayudar a los compradores locales del combustible”.

Y de nueva cuenta Coahuila, cuna de Carranza y su constitucionalismo y de Madero con su sueño de democracia ¿cómo explicar que el pueblo pague por pre campañas políticas a partidos políticos que solo tienen UN SOLO candidato para ser electo por su instituto político?

Si, vamos al 5 de febrero, a una Efeméride nacional que dice “100 años de aprobada la constitución de 1917”, pero para el pueblo solo será el primer puente vacacional. Los ciudadanos no estaremos invitados el festejo de la firma del contrato social que rige los destinos y la vida de casi 130 millones de mexicanos.
Profra. Josefina Sánchez Ponce

jsanchezponce@hotmail.com

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