martes, 28 de febrero de 2012

Mujeres: el voto tras la barrera invisible


MUJERES: LO QUE NOS PIDEN HACEMOS.
Una mujer fuerte es una mujer "manos a la obra"
limpiando el pozo negro de la historia.
Marge Piercy

El 8 de marzo será otra fecha mas recordada por millones de mujeres en el mundo para recordar que las leyes y las costumbres de muchos países aún tienen una enorme deuda social con la mitad de la humanidad: la discriminación por género sigue siendo práctica cotidiana, lo mismo en Francia que en España o Pakistán y, por supuesto, aquí en México.

Para el 51% de la población mundial: las mujeres, la igualdad  sigue siendo una utopía.

Pensar en discriminación es imaginar la violación sistemática a los derechos de millones de mujeres que viven bajo regímenes  extremistas de cualquier tinte, o la venta de niñas para el mercado de la pornografía o el moderno esclavismo que se vive en la economía globalizada que paga unos cuantos centavos el trabajo  de millones de mujeres que laboran en la maquila.

Pero otra discriminación consiente que estamos viviendo, y muchas veces aceptada tácitamente por las mujeres es la que se refiere a la participación en los órganos de poder dentro de sistemas supuestamente democráticos como lo es Alemania, gobernado por una mujer; o España donde recién fue derrotado el PSOE o en los Estados Unidos que se abandera como la democracia moderna. En ellos,  la participación de mujeres como  legisladoras, concejales o alcaldes, no  llega a ser mas allá de un 30% del total de la población (Malena Portal Boza 2010).

Nuestro país es un punto y aparte. Las Leyes Electorales en México dictan que los partidos políticos deben incluir el 50%  de candidatas; pero en los Congresos, donde se aprueban las leyes,  se esta muy lejos de esa meta de representación en igualdad.

Las barreras invisibles que la sociedad ha forjado esta tan arraigado en el genero femenino a tal grado que la mujer ha sido vista como “acarreadora” de votos, como grupos de choque o de ruido electoral y en el colmo de la auto discriminación “las Juanitas” que han prestado sus nombres para cumplir con la exigencia del 50% de candidaturas  han dejando  sus escaños a los hombres considerados como “los mas capacitados” para gobernar a México.

En este 2012 por primera vez hay una posibilidad sólida de que México sea gobernado por una mujer ya que el PAN, partido en el gobierno,  se vio obligado por sus mismos militantes a postular a Josefina Vázquez Mota como su candidata a la presidencia del País. La candidata se ve hoy como el foco de atracción para las mujeres que buscan la imagen de la paz por la patria y la generadora de empleos para alimentar el hambre atrasada del pueblo y por el voto indeciso que quiere apostar “haber si ella si tiene  pantalones para gobernar”

Sin embargo, hasta hoy no hemos conocido las propuestas reales en su proyecto de nación por la “cuaresma” electoral que nos impusieron los diputados federales y que el IFE resguarda como cancerbero de la honestidad perdida.

El voto hoy para las mujeres es una forma de reclamar los espacios que se nos niegan para decir que no estamos de acurdo con las políticas que han llenado de ausencias y sangre nuestros hogares.

El voto de las mujeres  puede ser la voz fresca que  necesita ser escuchada para que las elecciones sean de los ciudadanos y no de los Partidos Políticos que se han enquistado en el poder adueñándose de los sueños de los mexicanos por vivir en una Patria que sea basta y suficiente para todos  los que en ella hemos nacido.

Un voto femenino  debe ser para que el poder, igual que la pobreza, igual que la esperanza, igual que la justicia sea igual para la humanidad, sin importancia del género que lo detente


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