domingo, 18 de abril de 2010

EN LA FRONTERA NORTE DE MÉXICO LA MUERTE TIENE PERMISO

Se ha vuelto lugar común escuchar, leer, ver y hasta ser testigos cotidianos de los asesinatos de cientos de mexicanos en esta región de nuestro país a manos del crimen organizado. Tantos que hasta nos hemos vuelto insensibles ante la tragedia que envuelve a familias mexicanas, muchas de ellas, vecinas nuestras. La desaparición forzada o el secuestro ya no es nota vendible en los periódicos de la frontera.


Quizás por ello también nuestra conciencia se haya vuelto sorda ciega y muda para expresar el dolor y la impotencia ante la muerte, asesinato y desaparición de cientos de miles de árboles en nuestras ciudades, con el permiso expreso de las “autoridades ambientales”.

En este Municipio de Piedras Negras se ha orquestado impunemente la masacre de árboles que fueron descanso y recreación para los que aquí nacieron.

Los que llegamos a trabajar y vimos crecer a nuestros hijos y disfrutamos de la belleza del “Oasis del Rio Bravo” en Coahuila, hoy, ya no existe.

Primero vimos como se talaron los árboles de San Isidro para ampliar la carretera por donde circulan los vehículos chatarra que se adquieren como desechos de los Estados Unidos. Y las débiles voces no fueron escuchadas. El sonido del “progreso” las calló y cubrió las conciencias con los permisos firmados por quienes están cobrando en premio a la lealtad política con el Gobernador del estado. Después, se quitaron 400 árboles (cifra declarada por el Presidente Municipal de Piedras Negras) de los camellones. No hubo argumentos. Solo negocios, costos que los vecinos  finalmente vamos a que pagar.

Y creyendo que no habría un crimen peor, se autorizó  LA TALA DE CASI 5 HECTAREAS DE ENCINOS QUE VIVIERON POR TODA LA ATERNIDAD en la Villa de Fuente.

Es tan pequeño el municipio que no había otro lugar para construir un Hospital y una escuela, donde en el futuro acudirán nuestros nietos afectados por alergias y enfermedades respiratorias de origen desconocido.

¿Cómo es que “el gobierno de la gente”  que alardea en foros internacionales  de que esta levantando un muro verde,  firma permisos para ASESINAR Y DESAPARECER los árboles que ya estaban aquí cuando ni él ni su familia eran siquiera proyecto de vida?

No podemos callar más. Es urgente rescatar el valor y exigir y obligar a que se respete la vida humana y la del hábitat donde se desarrolla.

Retomemos la conciencia de que quien gobierna están para servirnos, no para servirse y menos para sentirse dueños de los recursos naturales del Estado o del Municipio.

¿Qué se siente cuando circulamos por tan amplias avenidas y carreteras del estado y solo vemos el recuerdo de los arboles que conocimos en nuestra niñez?

Este 22 de abril, Día de la Tierra, guardemos un minuto de silencio por las especies muertas y desaparecidas y reflexionemos en  cuanta culpa tenemos por callar.

El planeta goza de cabal salud. Es la especie humana la que esta en PELIGRO DE EXTINCIÓN.

Profra. Josefina Sánchez P.

EDUCAMBIENTE 2040

18-abr-10

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