EL NIÑO NUESTRO DE CADA DÍA
«Los niños no son una carga para la sociedad,
no son instrumentos para la ganancia;
son miembros preciosos de la comunidad humana,
encarnan las grandes esperanzas y potencialidades de toda la humanidad».
Juan Pablo II
En cualquier parte del mundo los mas débiles son los que mas recienten la zozobra social que son la guerra y el hambre.
Para los medios masivos de comunicación, sobre todo para la televisión, los niños son la imagen tierna que vende, la que es usada para denunciar la violencia y la corrupción que se ha adueñado de los sueños y del futuro de los mexicanos; las imágenes de la tristeza y la soledad que invita a "apadrinar" con nuestra pobreza la de los mas pobres de África o de México.
En la cotidianidad de este municipio los mas pequeños son las victimas de la miseria humana: la traición directa, la mas dolorosa porque viene directamente de las manos de quienes deberían estar velando de ellos: sus padres. Escuchar que un niño muere de hambre en un Municipio que alardea por la generación de empleos es una bofetada para la inteligencia y la moral de quienes juran hacer cumplir la Constitución que establece el derecho a la alimentación como Derecho Humano.
Conocer el asesinato de otro pequeño porque lloraba y su padre lo asfixió y quizás hasta haya violado su cuerpo es una afrenta a toda la humanidad.
No podemos permanecer en silencio esperando que las autoridades hagan justicia es necesario que todos, por amor a nuestr@s hij@s asumamos la responsabilidad de tod@s los niños del barrio, de la colonia, del municipio.
¿De que sirve que se hagan colectas por parte de los Centros Comerciales si una familia de Piedras Negras tuvo que dejar morir de hambre a un pequeño porque no tenia que dar de comer?
La humanidad no aprende si deja sufrir a un niño. No importa si es en la colonia o en el barrio.
Piedras Negras esta muy lejos de aspirar a ser un municipio de calidad si es mas importante una campaña electoral donde se gastarán millones de pesos para perpetuar formas de gobierno que carecen de proyectos donde los niños sean el centro de atención. Proyectos que aseguren a las familias salarios dignos para que no falten los alimentos; generación de espacios donde los niños sean atendidos mientras los padres trabajan. espacios para que los niños jueguen seguros, aprendan y hagan lo único que debiera ser su trabajo: ser felices.
La Patria seguirá siendo una país de miserables si dejamos que el espíritu de nuestros niños sepan de la violencia antes que del amor, conozcan el miedo antes que la alegría, la traición antes que la seguridad que brindan los brazos de los padres y el calor de un hogar donde crezca con respeto; quizás entonces logremos que México sea una nación donde los niños Gómez Hernández y Colunga García dejen de ser noticias amarillistas de cualquier noticiero.
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