EL QUE PARTE Y REPARTE, LE TOCA LA
MAYOR PARTE …. O NO LE TOCA NADA
Un
principio elemental para vencer a los enemigos es dividir, dividir, infiltrar y
destruir. Y parece que para la casta política que gobierna México los votantes
somos el enemigo.
El
sueño de democracia y de terminar con la hegemonía priista de mas de 60 años pareció
alcanzarse en 1990 con la apertura a distintos partidos políticos, con ideologías
opositoras y propuestas de país distintas; para que contendieran y buscaran
gobernar con principios éticos claros y definidos, representando verdadera y
honestamente los intereses de los mexicanos. Sin embargo, el sueño se rompió antes
de despertar porque no se previó la perversión de quienes institucionalizaron
la revolución y que se dedicaron a formar partidos políticos a diestra y siniestra
para pulverizar el voto.
Partidos
políticos que nacieron sin ninguna ideología, pero con dirigentes formados en
el PRI que buscan mantener sus ingresos a costa de los votantes.
Hoy
vamos a una nueva elección a presidente de la república, cargo que se disputan 9
partidos con registro federal aglutinados en torno a tres candidatos; partidos satélites
que solo buscan mantener sus porcentajes para seguir viviendo del erario, sin
propuestas, sin ideología, sin compromiso.
¿Por
quien votar entonces?
El
gobierno Federal en manos del PRI hace lujo de los controles que tiene sobre
las instituciones para apoyar al candidato Meade: primero en su campaña interna
se adueñó de los programas de SEDESOL para recordarnos que el PRI si sabe hacer
las cosas para terminar con el hambre (primero la crearon y luego la usan para captar
los votos) y ahora usa la PGR en contra del candidato Anaya para denunciar corrupción
¿Qué hacia entonces los funcionarios de Hacienda, Meade entre ellos, durante
los años y meses anteriores al inicio de las campañas electorales? El Estado y
el partido en el gobierno han cargado los dados en favor de su candidato, ahora
es a los ciudadanos a los que nos toca elegir.
Dividir
la elección entre 3 o 6 candidatos que no aseguran por si solos el control del
Congreso, que también se renueva, deja en eterna espera el deseo de progreso de
la totalidad de la población. Divide la votación entre 3 o 6 candidatos asegura
que la casta gobernante siga acumulando riquezas a costa de la pobreza de la nación.
Divide
y vencerás, es la máxima que aglutina a los que detentan el poder, que, a fin
de cuentas, no han podido negar su origen: la revolución institucionalizada matizada
de casi cualquier color da cobija para cubrir a quienes detentan el poder… y
quienes se opongan a ello son encarcelados, desaparecidos o corrompidos.
La
decisión esta en manos de los electores.
Josefina Sanchez
Ponce.
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