LA MANIPULACIÓN DE LOS NECESITADOS.
Parte
de la “tradición” posrevolucionaria, ha sido el acarreo de grupos sociales vulnerables para
“ambientar” las concentraciones
políticas cuando los gobernantes no tienen
fuerza de convocatoria o para
aplastar a los oponentes con voces,
gritos, pancartas y, en muchas ocasiones, la manifestación de la violencia
pasiva para imponer por el uso de la fuerza tácita ideas carentes de sustento.
La
manipulación de la necesidad de formar parte de un grupo social, momentáneamente
importante, o la promesa de dádivas materiales como un trozo de pan o la
esperanza de mejorar las condiciones de vida de las colonias marginadas, han
hecho que la población mexicana más necesitada sean fácilmente manipulable por
los gobiernos, desde el municipio hasta
la presidencia de la república.
Esta
ciudad de Piedras Negras, no ha sido la excepción cuando a escasos días de que se
volvieran a inundar colonias como la
González y la Roma, la maquinaria del PRI en el gobierno, movilizó a vecinos de
distintos sectores para dar las gracias al Presidente Municipal Fernando Purón
por iniciar una obra pospuesta durante dos años y que pretende reducir el daño
por futuras inundaciones.
En
el colmo de la falta de solidaridad que se caracteriza entre las vitalicias
lideresas de las colonias, por nadie electas,
se prestan para servir como fuerza de choque para acallar los justos
reclamos o llenar los espacios con amas de casa, desempleados, y niños y
jóvenes que son sacados de las escuelas para cumplir con su cuota de acarreados
y quedar bien con “el primer priista” del municipio.
En
lugar de exigir cuentas claras sobre los recursos que el gobierno federal
destinó a esta ciudad por la inundación de hace ya más de dos años, se aplaude, se grita, se embota la razón
por el ruido. Se manipula la necesidad
mientras que la corrupción y el manejo a discreción de los dineros del pueblo
hace más rica a la casta gobernante y más ignorante a los acarreados que hoy se
ven acrecentados con la integración de adolescentes sacados de las escuelas en
horas de clase, viéndose así, irremediablemente, a repetir el circulo de pobreza, dependencia,
manipulación y humillación en la que han
sido hundidos sus padres por los gobiernos “revolucionarios”.
Al
final de la jornada todos contentos: Fernando Purón por los vítores pagados con
los que se arrulla la conciencia, las “líderes de colonia” con unos cuantos
pesos más, los estudiantes con horas perdidas fuera del aula, mientras México
sigue esperando, eternamente esperando que el ejercicio de la democracia sea un derecho que termine con el atraso que
nos hunde en el subdesarrollo.
Profra. Josefina Sánchez
Ponce.
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