CATÓLICOS DE 6 A 7
“Solo le pido a dios
que el engaño no me sea indiferente
si un traidor puede más que unos cuantos,
que esos cantos no lo olviden fácilmente”.
que el engaño no me sea indiferente
si un traidor puede más que unos cuantos,
que esos cantos no lo olviden fácilmente”.
León Gieco
“La fe mueve montañas” y “ser católico es ser cristiano universal”, son máximas que en
los servicios religiosos católicos con frecuencia los sacerdotes manifiestan a
la feligresía que devotamente acude a oír misa en uno de los cientos de miles
de templos católicos que existen en México a escuchar una de las tantas misas
que a lo largo del día durante toda la semana se ofician en nuestro país. Sin
embargo, la enseñanza del catolicismo está divorciado de la realidad que campea
en nuestra Patria: gobernantes, policías, funcionarios, legisladores, muchos de
los funcionarios públicos que tienen la responsabilidad de hacer cumplir las
leyes, justifican y viven de la corrupción. La gran mayoría de ellos han sido
bautizados dentro de la religión católica, muchos de ellos acuden a oír misa y
cumplen socialmente con los sacramentos que la iglesia ha establecido.
La sociedad mexicana, 80% de ella católica
vive alejada de la práctica cristiana. “Es de llamar la atención que mientras
el 90% dice creer en Dios, sólo el 39% ha realizado una acción concreta en
beneficio de alguna persona que no es su familiar y el 5% participa de manera
organizada en la sociedad, lo que nos habla de que la acción social no es
constitutiva de su fe.”
Los delincuentes que han llenado de
dolor miles de hogares, cargan entre sus pertenencias imágenes de la Virgen de
Guadalupe o de San Judas, o se encomiendan a Dios cuando realizan sus nefastas
operaciones. ¿Dónde está pues la enseñanza con la práctica del cristianismo?
Hoy con el asesinato del Padre
Gregorio López Gorostieta, de nueva cuenta la sociedad mexicana, católica,
guarda silencio, a fin de cuentas es una víctima más dl narco estado que
gobierna el sureste del país. Los sacerdotes amenazados en el norte por su
defensa de los migrantes, no cuentan: los católicos seguimos guardando silencio
y orando para que sea Dios quien solucione el problema, porque solo somos
católicos activos durante una hora a la semana, y lo que escuchamos es tan
crudo que no vale la pena cambiar nuestro confort doméstico por la militancia
activa de los valores del cristianismo: Amar a Dios y a nuestro prójimo como a
nosotros mismos”.
Iniciaremos el 2015 donde nos faltaran
43 estudiantes indígenas y pobres, un sacerdote y miles de mexican@s desparecid@s,
asesinad@s o traficad@s como mercancía. Un año más donde quienes gobiernan
(muchos de ellos católicos confesos) nos buscaran para que les refrendemos en
el poder con un voto, ¿Cuántos mexican@s católicos olvidaran la afrenta y dando
la espalda a la fe entregaran la paz del país con la estúpida justificación de “más
vale malo conocido que bueno por conocer”?
El
movimiento de Independencia en México tuvo como antecedente la práctica de los
principios cristianos: el respeto a la vida, la intolerancia de la acumulación de
capital en unas cuantas manos, el destierro de la esclavitud y la negación total
de la tortura, pero sobre todo, la angustia de ver como millares de niños padecían
de hambre porque sus padres eran incapaces de proveerles de los alimentos
necesarios para subsistir. Esos males siguen en práctica hoy después de 200
años: la casta política arropa la acumulación de capital en unas cuantas manos
mientras millones de mexican@s viven esperanzados de las migajas que deja caer
la mesa de los poderosos envueltos y etiquetados con “PROSPERA”.
En
1767 los jesuitas fueron expulsados de México, sacerdotes fueron desterrados o
enclaustrados por poner en practica la fe cristiana, hoy son asesinados por exigir Justicia
Cristiana.
Profra.
Josefina Sánchez Ponce.