ENTRE
PUBLICIDAD Y PROPAGANDA
A finales de
la Segunda Guerra Mundial y con el mundo dividido por la Guerra Fría, George
Orwell publico una sátira llamada “La Rebelión de la Granja” donde criticó con
crudeza los excesos de todo tipo de dictaduras.
La lectura
nos lleva a la explotación de la gran mayoría por minorías autonombradas “Vanguardias”
“Dirigentes” “Lideres”; sin importar el nombre, “los de abajo” SIEMPRE terminan
trabajando sin descanso para que las élites del poder vivan sin esfuerzo alguno,
y al final de la vida laboral, los trabajadores tienen, en lugar de la pensión
digna que soñaban, un viaje al matadero, porque los trabajadores hasta muertos
representaban dinero. Mientras tanto, los hijos de los gobernantes se
preparaban para ocupar los puestos de sus padres como “La Nueva Vanguardia”, “Los Jóvenes líderes”. “Los Nuevos dirigentes”,
y así hasta que un burro derroca a los cerdos… lo que no cambia es la vida de
los trabajadores, sus hijos ocupan el lugar de trabajo que sus padres dejaron.
Claro, todo en beneficio de La Granja.
En esa obra,
el autor critica ácidamente a toda minoría dictatorial, sin importar la ideología,
porque a fin de cuentas lo único que perdura es el dinero.
Esto viene a colación
por los momentos electorales que vivimos, no solo en México sino en varios países.
Hoy las
campañas electorales, vacías de propuestas, se centran en campañas
publicitarias para vender imágenes maquilladas, bonitas, bien vestidas, dinámicas
(ejemplo de los candidatos del PRI que brincan, corren bailan y hasta levantan
en brazos a las ancianas). Frases sin sentido como consignas: “a darle con lo
bueno”, “el futuro es hoy”, “piensa en grande”, “vota por la esperanza”. Por
fortuna las firmas ante notarios públicos
pasaron de moda porque tampoco tuvieron valor alguno.
Hoy hay que contratar a estilistas de imagen y
coaching que motiven a los seguidores y “levanten”
las campañas. Escritores de discursos y “milenias” para hacer la opinión de las
redes sociales
.
Las propuestas
claras y concisas no aparecen: ¿Cómo se solucionará la falta de justicia y la
impunidad que impera en el país? ¿Bajo qué esquema la Educación publica volverá
a ser la base superestructura del Estado? ¿Cómo se vinculará a los egresados de
las universidades con la necesidad de generación de empleos y de tecnologías en
las regiones más pobres? ¿Qué políticas se diseñaran para que los recursos
naturales que son propiedad de la nación sean usados racionalmente para
beneficios de las comunidades que dependen de ellos? ¿Cómo lograrán que un
proyecto de gobierno trascienda más allá de los nombres en el cargo?
Los planes
sexenales seguirán rigiendo la vida pública
del país. Porque para la casta gobernante su proyecto de nación es para
acrecentar sus fortunas personales y adormecer las conciencias y que no haya
propuestas ni protestas y esto es lo único que trasciende al tiempo.
Para mantenerse
en el poder se crean las campañas
publicitarias, para vender sus imágenes, no para difundir ideas. Porque las
ideas generan dudas, oposición, cuestionamiento y eso no es políticamente correcto
para quienes detentan el poder.
Este primer
domingo de julio los ciudadanos elegiremos, entonces, no entre propuestas sino
entre imágenes, quienes regirán los
destinos de más de 120 millones de mexicanos. Minorías al poder mientras la “sociedad
civil” bajaremos la testa y seguiremos trabajando para contribuir al engrandecimiento de “La Granja” hasta
que aprendamos en confiar en nosotros mismos y quitemos el poder a la casta
gobernante.
Josefina Sanchez Ponce.