“Nubes blancas, en azul cielo
para encantar y hacer soñar a los niños
la luna llena de banderas sin moverse
Qué cansada está la humanidad”.
Concluyó una reunión más de políticos del mundo que hablan mucho y no saben nada sobre las responsabilidades que tienen con la vida humana en el planeta al borde de un caos ambiental.
Discursos bizarros que ocultan la construcción de mega carreteras por las que fluyan millones de veloces automóviles generadores de toneladas de bióxido de carbono.
Vacios discursos para llenar los huecos dejados por las refresqueras que están extrayendo agua de los acuíferos para engrosar cuentas bancarias ingastables ya en un planeta que esta dejando de creer en la razón humana.
No hay compromisos para aplicar leyes que obliguen al hombre a restablecer el equilibrio con la naturaleza.
Y el ser humano deambula en su torpe ignorancia de creer que es mas prioritario la generación de empleos mejor pagados para consumir bienes y productos que solo generan el agotamiento de yacimientos minerales, la muerte de bosques y la emisión de miles de millones de toneladas de basura que están a la orilla de la tumba con la que se borrará la historia del animal mas inteligente que la misma naturaleza creo “El Hombre”.
Un fin de año más y las voces callarán ante el estruendo de miles de cohetes que llenarán de pólvora el aire que respiramos sin que ninguna ley o autoridad lo impidan. El consumismo de fin de año llevara mas desechos de materias primas a los vertederos y arrojaremos en cualquier lugar la comida que no pudimos ingerir aunque millones de hermanos estén muriendo de hambre sin que un gramo de proteína les llegue.
Ese es el mundo que quedó fuera de los discursos políticos de los gobernantes que, de nueva cuenta, evadieron la responsabilidad con el planeta en beneficio del capital.
Un nuevo decálogo de intenciones donde el compromiso humano esta al final de la lista de compras.
Por fortuna y gracias a Dios, el Planeta Tierra goza de muy buena salud, es el hombre el que esta en peligro de extinción y sigue generando los gases de efecto invernadero que serán la cobija que cubra la barbarie de la sinrazón humana.
Profra. Josefina Sánchez Ponce
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