MUJERES: LO QUE NOS PIDEN HACEMOS.
Una mujer fuerte es una mujer "manos a la
obra"
limpiando el pozo negro de la historia.
Marge Piercy
El 8 de marzo será otra fecha mas recordada por millones de mujeres en el
mundo para recordar que las leyes y las costumbres de muchos países aún tienen
una enorme deuda social con la mitad de la humanidad: la discriminación por
género sigue siendo práctica cotidiana, lo mismo en Francia que en España o
Pakistán y, por supuesto, aquí en México.
Para el 51% de la población mundial: las mujeres, la igualdad sigue siendo una utopía.
Pensar en discriminación es imaginar la violación sistemática a los
derechos de millones de mujeres que viven bajo regímenes extremistas de cualquier tinte, o la venta de
niñas para el mercado de la pornografía o el moderno esclavismo que se vive en la
economía globalizada que paga unos cuantos centavos el trabajo de millones de mujeres que laboran en la
maquila.
Pero otra discriminación consiente que estamos viviendo, y muchas veces
aceptada tácitamente por las mujeres es la que se refiere a la participación en
los órganos de poder dentro de sistemas supuestamente democráticos como lo es
Alemania, gobernado por una mujer; o España donde recién fue derrotado el PSOE
o en los Estados Unidos que se abandera como la democracia moderna. En ellos, la participación de mujeres como legisladoras, concejales o alcaldes, no llega a ser mas allá de un 30% del total de la
población (Malena Portal Boza 2010).
Nuestro país es un punto y
aparte. Las Leyes Electorales en México dictan que los partidos políticos deben
incluir el 50% de candidatas; pero en los
Congresos, donde se aprueban las leyes, se esta muy lejos de esa meta de
representación en igualdad.
Las barreras invisibles que
la sociedad ha forjado esta tan arraigado en el genero femenino a tal grado que
la mujer ha sido vista como “acarreadora” de votos, como grupos de choque o de
ruido electoral y en el colmo de la auto discriminación “las Juanitas” que han
prestado sus nombres para cumplir con la exigencia del 50% de candidaturas han dejando
sus escaños a los hombres considerados como “los mas capacitados” para
gobernar a México.
En este 2012 por primera vez
hay una posibilidad sólida de que México sea gobernado por una mujer ya que el
PAN, partido en el gobierno, se vio
obligado por sus mismos militantes a postular a Josefina Vázquez Mota como su
candidata a la presidencia del País. La candidata se ve hoy como el foco de
atracción para las mujeres que buscan la imagen de la paz por la patria y la
generadora de empleos para alimentar el hambre atrasada del pueblo y por el
voto indeciso que quiere apostar “haber si ella si tiene pantalones para gobernar”
Sin embargo, hasta hoy no
hemos conocido las propuestas reales en su proyecto de nación por la “cuaresma”
electoral que nos impusieron los diputados federales y que el IFE resguarda
como cancerbero de la honestidad perdida.
El voto hoy para las mujeres
es una forma de reclamar los espacios que se nos niegan para decir que no
estamos de acurdo con las políticas que han llenado de ausencias y sangre
nuestros hogares.
El voto de las mujeres puede ser la voz fresca que necesita ser escuchada para que las
elecciones sean de los ciudadanos y no de los Partidos Políticos que se han
enquistado en el poder adueñándose de los sueños de los mexicanos por vivir en
una Patria que sea basta y suficiente para todos los que en ella hemos nacido.
Un voto femenino debe ser para que el poder, igual que la
pobreza, igual que la esperanza, igual que la justicia sea igual para la
humanidad, sin importancia del género que lo detente