A MI ME GUSTARÍA QUE EN MÉXICO NUNCA MAS…
Yo canto para que se escuche mi voz
Y yo para ver si les hago pensar
Y yo para ver si les hago pensar
El 30 de abril en México se
festeja a l@s niñ@s, la alegría de muchos hogares y el stress de Santa que no
le alcanzará para llevar regalos a esos angelitos del señor.
Este domingo en los
distintos servicios religiosos se cantó en especial para cada uno de ellos y
después, a votar por su derecho a vivir en paz.
La alegría del ejercicio
democrático termina cuando escuchamos que su sueño es que en México NUNCA más
haya extorsiones ni violencia.
¿Cuándo dejó de ser tema de
infancia el juego o los paseos dominicales, o la bicicleta y los patines?
¿Cuándo dejamos los padres de familia que nuestra frustración trascendiera
hasta el alma en formación de estos pequeños?
Asegura el IFE que los
distintos candidatos escucharán las voces que el día 29 de abril emitieron los
niños en las urnas.
También los adultos tenemos que escuchar es
voz que hace temblar a las conciencias.
Ellos no eligieron al más guapo ni al que
ofrece besos a su hijo o da cátedra moralista sobre las drogas o llama caciques
a los líderes sindicales.
Nuestros hijos han dicho que
escuchan armas detonar en las calles de su ciudad, que la basura es tan
cotidiana que ya ni se toma en cuenta y que no hay parques suficientes para que
jueguen. ¡Claro que tampoco confianza para dejarlos estar en ellos!
Faltan dos meses para que se
elija a quien gobernará al país y tan sosas están las propuestas sobre la
Delincuencia como sobre los derechos ciudadanos para ser electos sin el estigma
de pertenecer a un partido. Mucho menos encontramos un compromiso con la niñez.
Los adolescentes de 15 años
que hoy votaron dentro de tres podrán refrendar la confianza o declarar su
desencanto total ante quien sea elegido el próximo 1 de julio
Abrir cuentas de ahorros
para que no dejen de estudiar cuando en casa se mal come una vez al día y las
otras veces no hay ni esperanzas, cuando los padres están ausentes en búsqueda
de mejores salarios o yacen victimas del narco.
Nuestros niños sueñan hoy no
con juegos o con ser doctores o muestras, ni mucho menos policías; nuestros
niños hoy esperan que en el futuro puedan encontrar empleo en un país donde
impere la Ley, donde la Constitución sea ley viva y no un compendio de
artículos modificables cuantas veces les acomode a la casta gobernante.
El 1 de julio nos tocará a
los ciudadanos ir a Votar.
La elección no será tanto por
el o la candidat@ sino por el futuro de
todos los niños que hoy fueron a votar y para los que mañana quieren celebrar
en paz su día.