Movimiento Migrante Mesoamericano
SIGO TUS HUELLAS CON LA ESPERANZA DE ENCONTRARTE
Nuestro
objetivo como madres itinerantes es denunciar de forma pública y pacífica las
continuas agresiones que nuestros familiares y muchas otras personas en México
han vivido. Queremos colocar en los medios masivos de comunicación, nacionales
e internacionales una evidencia del trato inhumano y criminal que el Estado
Mexicano ejerce, por omisión, a las personas migrantes en tránsito; al mismo
tiempo que le exigimos que la complicidad, la impunidad, y la participación
directa de funcionarios y servidores públicos en actos de secuestro y
desaparición forzada sean erradicados mediante acciones concretas de depuración
de aquellos actores que se tienen plenamente identificados y en muchos casos sólo
han sido recolocados en otros puestos.
Queremos
ir también un poco más allá de las denuncias y de las exigencias, queremos
promover y lograr la solidaridad en la ciudadanía mexicana, para que se unan a
nuestras peticiones y erradicar desde raíz la xenofobia que ha permeado todas
las esferas de nuestras sociedades y ha desembocado en el incremento de la
violencia como es el caso de los tres migrantes asesinados en Tultitlán, Estado
de México;
y estos son sólo de los que tenemos conocimiento por la prensa escrita, pero
hay miles de personas migrantes desaparecidas de las que no sabemos si viven o
mueren, o bajo qué situación de violencia sistematizada se encuentran. Estas
condiciones de violencia exacerbada, de la pasividad de los Estados por iniciar
procesos de investigación o ejercer acciones de búsqueda concreta de las
personas desaparecidas en México, de la colusión, connivencia y participación
de funcionarios y servidores públicos, la impunidad en la que los casos se
revuelcan y el silencio de algunos sectores de la sociedad, nos afectan a todos
y todas por igual.
No
es nada nuevo que las madres dejen sus hogares para convertirse en emblema de
lucha, perseverancia y resistencia. Lo hicieron las mujeres chiapanecas,
comandantes del EZLN, lo han hecho las madres de desaparecidos y presos
políticos en el 68, lo hicieron las madres de desaparecidos en Argentina, a
quienes los medios de comunicación calificaban de locas cuando se plantaban en
la Plaza de Mayo. En México, el ejemplo de las madres de “Eureka”, y en
Coahuila las madres y familiares de FUUNDEC, que buscan a sus familiares objeto
de desaparición forzada iluminan nuestra lucha y el camino hacia la justicia
que hace ya días hemos emprendido.
Hoy
las madres mesoamericanas en nuestra búsqueda, creamos una red de solidaridad
regional y mantenemos viva la denuncia del secuestro masivo y desapariciones
forzadas. Tal como lo han hecho la Casa del Migrante de Saltillo [Frontera con
Justicia, A.C.] y el Centro Diocesano por los Derechos Humanos Fray Juan de
Larios, A.C.; nos solidarizamos en su lucha y reiteramos nuestro apoyo.
Caminamos
tras las huellas de la impunidad y la falta de voluntad política. Caminamos
tras las huellas de nuestros hijos y nuestras hijas desaparecidas. Caminamos
tras las huellas de las agresiones ejercidas sobre los defensores y las
defensoras de derechos humanos de personas migrantes. Pero caminamos también
sobre las huellas de aquellos que nos has han precedido y nos dan las fuerzas
para seguir caminando y en pie de lucha porque en México exista un sistema
judicial efectivo.
México
ha sido un país de procesos sociales y políticos lentos, y la erradicación de
la impunidad y la colusión de autoridades con el crimen organizado no será un
proceso de excepción. Mientras exista una madre buscando a un hijo o una hija,
seguirá en pie nuestra lucha de búsqueda y de denuncia, sin importar cuanto
tiempo, esfuerzo, riesgo y desgaste esto implique.
Para
mayor información
Contacto:
Marta Sánchez
Coordinadora
en México
Tel.
045.555.435.2637
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