En nuestro país no hay escuela para investigar NINGÚN tipo de delito. No existe tradición de LEER los derechos a los presuntos delincuentes. la ÚNICA realidad es que en las cárceles mexicanas, la mayoría de los reos se presumen inocentes por que no tienen dinero para pagar abogados o investigadores privados. Ingresan presuntos inocentes y salen consumados delincuentes que aprendieron a devolver los golpes que el sistema les propinó en su calidad humana.
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