Las demandas laborales sobre aumento salarial o vacaciones en esta administración federal fueron establecidas desde la Presidencia de la República: un salario mínimo fronterizo de 312.41, que no se paga a todos los obreros ni a empleados de los comercios: y un aumento de días de vacaciones en todo el país que es manejado a modo por los Gerentes, los responsables de Recursos Humanos y que ha sido acallado o adormilado por los Sindicatos a los trabajadores que creen que su dignificación como trabajadores está avanzando “gracias al presidente”.
Sin embargo, la jornada laboral de 40 horas sigue esperando que se aplique sin interpretaciones que beneficien a los dueños de las fábricas.
En el caso de la industria maquiladora, por ejemplo, los trabajadores laboran hasta 48 horas en solo 4 días, con un pago de salario mínimo por semana, pasando por encima el número de horas extras ofreciendo un mayor días de descanso.
A cambio de ello, el deterioro de la salud de los trabajadores va en aumento, bajando su calidad de vida y aumentando los riesgos de accidentes de trabajo que no son vistos por la Secretaría de Trabajo y Previsión Social y ocultado por los líderes sindicales, mayormente de la CTM.
Este año, en la Cámara de Diputados se aprueba otra ley que beneficiaría a miles de trabajadores que están obligados a realizar su trabajo de pie: empleados de tiendas, obreros y vigilantes que sufren de lesiones en la espalda, piernas y tobillos, así como a problemas de salud más graves como las várices o quistes en el tendón de Aquiles.
Proporcionar sillas ergonómicas debería ser un derecho que ni siquiera tendría que ser considerado por la Ley Federal de Trabajo, sino como un Derecho Humano Laboral inalienable cubierto por el patrón o la empresa.
Las obreras de la maquila agradecen que durante su embarazo puedan realizar su trabajo sentadas aunque no sean sillas apropiadas.
Sin embargo, esta Ley pasó al Senado y hasta el día de hoy … pues no ha pasado para su publicación y quizás, igual que la semana de 40 horas, tampoco se vaya a cumplir.
Lic. en Educación Media Josefina Sánchez Ponce