lunes, 29 de diciembre de 2014

Católicos de "a mentiras".

CATÓLICOS DE 6 A 7
Solo le pido a dios 
que el engaño no me sea indiferente 

si un traidor puede más que unos cuantos, 

que esos cantos no lo olviden fácilmente”.
León Gieco 

“La fe mueve montañas” y “ser católico es  ser cristiano universal”, son máximas que en los servicios religiosos católicos con frecuencia los sacerdotes manifiestan a la feligresía que devotamente acude a oír misa en uno de los cientos de miles de templos católicos que existen en México a escuchar una de las tantas misas que a lo largo del día durante toda la semana se ofician en nuestro país. Sin embargo, la enseñanza del catolicismo está divorciado de la realidad que campea en nuestra Patria: gobernantes, policías, funcionarios, legisladores, muchos de los funcionarios públicos que tienen la responsabilidad de hacer cumplir las leyes, justifican y viven de la corrupción. La gran mayoría de ellos han sido bautizados dentro de la religión católica, muchos de ellos acuden a oír misa y cumplen socialmente con los sacramentos que la iglesia ha establecido.
La sociedad mexicana, 80% de ella católica vive alejada de la práctica cristiana. “Es de llamar la atención que mientras el 90% dice creer en Dios, sólo el 39% ha realizado una acción concreta en beneficio de alguna persona que no es su familiar y el 5% participa de manera organizada en la sociedad, lo que nos habla de que la acción social  no es constitutiva de su fe.”
Los delincuentes que han llenado de dolor miles de hogares, cargan entre sus pertenencias imágenes de la Virgen de Guadalupe o de San Judas, o se encomiendan a Dios cuando realizan sus nefastas operaciones. ¿Dónde está pues la enseñanza con la práctica del cristianismo?
Hoy con el asesinato del Padre Gregorio López Gorostieta, de nueva cuenta la sociedad mexicana, católica, guarda silencio, a fin de cuentas es una víctima más dl narco estado que gobierna el sureste del país. Los sacerdotes amenazados en el norte por su defensa de los migrantes, no cuentan: los católicos seguimos guardando silencio y orando para que sea Dios quien solucione el problema, porque solo somos católicos activos durante una hora a la semana, y lo que escuchamos es tan crudo que no vale la pena cambiar nuestro confort doméstico por la militancia activa de los valores del cristianismo: Amar a Dios y a nuestro prójimo como a nosotros mismos”.
Iniciaremos el 2015 donde nos faltaran 43 estudiantes indígenas y pobres, un sacerdote y miles de mexican@s desparecid@s, asesinad@s o traficad@s como mercancía. Un año más donde quienes gobiernan (muchos de ellos católicos confesos) nos buscaran para que les refrendemos en el poder con un voto, ¿Cuántos mexican@s católicos olvidaran la afrenta y dando la espalda a la fe entregaran la paz del país con la estúpida justificación de “más vale malo conocido que bueno por conocer”?
El movimiento de Independencia en México tuvo como antecedente la práctica de los principios cristianos: el respeto a la vida, la intolerancia de la acumulación de capital en unas cuantas manos, el destierro de la esclavitud y la negación total de la tortura, pero sobre todo, la angustia de ver como millares de niños padecían de hambre porque sus padres eran incapaces de proveerles de los alimentos necesarios para subsistir. Esos males siguen en práctica hoy después de 200 años: la casta política arropa la acumulación de capital en unas cuantas manos mientras millones de mexican@s viven esperanzados de las migajas que deja caer la mesa de los poderosos envueltos y etiquetados con “PROSPERA”.
En 1767 los jesuitas fueron expulsados de México, sacerdotes fueron desterrados o enclaustrados por poner en practica la fe cristiana,  hoy son asesinados por exigir Justicia Cristiana.
Profra. Josefina Sánchez Ponce.